CRÍTICA: WRONG
("Wrong" 2012, Quentin Dupieux)
Por Mario M.Caro
Nueva y ansiada (por la gran minoría) película del director francés Quentin Dupieux, quizás a alguno no le suene un carajo por su nombre real, pero tal vez si que os suene por su nombre artístico y es que bajo este manto de anonimato se esconde su alter-ego Mr.Oizo, músico y productor de los mas prolíficos y originales dentro del estilo electrónico y que lleva dando guerra desde principios de los 90 (algunos recordaran su 'hit' "Flat Beat").
Pues bien, Dupieux ademas de revelarse como un polifacético y extravagante productor musical lleva demostrando con tan solo tres películas poseer una mirada innovadora para el séptimo arte,
su cine cargado de un talento estremecedor ha resultado todo un acierto en el mercado independiente, pese a cargar sus películas de un surrealismo extremo, aunque eso si, alucinante.
Su nueva 'paranoia' en forma de celuloide nos narra la historia de Dolph un hombrecillo anodino que descubre una mañana cualquiera como su amado perro Paul desaparece misteriosamente sin dejar rastro, en su extraño viaje para recuperarlo, Dolph se cruzará con todo tipo de personajes y situaciones, "made in" Dupieux, es decir surrealismo por los cuatro costados.
Para muchos de nosotros, una película tan atrevida como esta es un gozo para los sentidos, no somos pocos los que afirmamos que este director es el Lynch de la comedia, si bien y al contrario que Lynch, Dupiuex no pretende perderse en un cumulo de metáforas visuales cargadas de simbolismo, su cine no es tan rebuscado visualmente,
Dupieux trata de explorar el sin sentido de una manera tan audaz que roza la genialidad, su marcado homenaje al "por ninguna razón" se consuma de forma esplendorosa, pero no nos engañemos durante toda la película tendremos la sensación de estar en constante desvarío, perdidos ante la inexplicable razón de sus situaciones, en muchos casos irónicas, en otros casos irreverentes y en otros simple y llanamente 'por que sí'.
Pese a parecer un cine carente de sentido alguno, y ademas consciente de ello, su narrativa es fácilmente comprensible, no os asustéis, no estamos ante la típica película que pretende perderse en su propio juego de engaños y giros de guión, a los que luego se les da una explicación tan incoherente y ambigua como el resto de la cinta, Wrong tiene una estructura narrativa tan convencional como cualquier otra película incluso se permite el lujo de tener un final tan esclarecedor como tierno.
Donde reside la peculiaridad de la cinta es en sus pintorescas situaciones cargadas de extraños personajes que se comportan de un modo tan aparentemente normal que resulta extraño, ¿por que abren los grifos y no llenan agua? ¿por que trabajan en una oficina donde siempre llueve dentro?. Sí, abren el grifo para beber agua y trabajan en una oficina tan normal como el resto del mundo pero.....sus detalles marcan la diferencia, sus diálogos sacados del mejor viaje de ácido que ha podido tener un ser humano resultan tan atípicos y delirantes que nos sonsacan una sonrisa y por que no una gran carcajada complaciente, no olvidemos que se trata de una comedia no nos lo tomemos todo tan en serio.
Esta magnifica locura esta rodada ademas, con un estilo visual marca de la casa, como ya nos anticipó en su anterior y genial obra "Rubber, el neumatico asesino" Dupieux goza de un estilo con marcados juegos de enfoque-desenfoque, y una cuidada puesta en escena con encuadres elegantes y en ocasiones sutiles que contrastan de manera esplendida con la alocada historia que pretende narrarnos, pese a que el surrealista guion invite a una realización mas llamativa o extrema, si me permitís el adjetivo,
el director no se deja llevar por ese frenesí paranoico y demuestra un pulso fino y sosegado detrás de la cámara,
esto enriquece de sobremanera la cinta permitiendo cierto desasosiego en el juego de descarados excesos que propone el guión.
Ademas y como viene siendo habitual en su filmografia, este film viene acompañado por una excelente banda sonora que como no, esta compuesta por el propio Dupieux (esta vez como Oizo) y por su compañero de turno, que en este caso se trata de Tahiti Boy (recordemos que en sus trabajos anteriores se había rodeado de nombres tan ilustres como Gaspard Auge de Justice o Sebastian Tellier).
En definitiva todo un derroche de frescura y originalidad en una industria algo mermada por la falta de talento, un 'cocktail' que reúne al Buñuel mas atrevido con el Lynch mas singular, con aires tan desenfadados y caóticos como el mejor cuadro de Dalí, eso si, dejaros llevar por su juego y verla sin prejuicios, si no, acabareis frustrados ante tan deliciosa locura.