martes, 5 de febrero de 2013

CRÍTICA


"ARGO", 2012 Ben Affleck


 Por Mario M.Caro





Película fácil. No, a ver, no me entendáis mal toda película es difícil de hacer y esta no supone una excepción  cuando empleo el termino "fácil" me refiero a que todos sabemos que va a pasar con ella, si, en efecto, me refiero a que huele a Oscars por los cuatro costados y es que parece que viene siendo tradición en los Oscars acoger a toda película que trata un conflicto bélico que atañe al país norteamericano; no se a vosotros pero esto a mi ya me empieza a oler.
¿Es entonces Argo una mala película? ¿un producto con una visión partidista de un conflicto o simplemente una película menor, nominadísima por recoger un pedazo de la historia bélica americana?  Pues si y no.
La historia nos sitúa en medio del conflicto que vivieron los Estados Unidos con Iran, son los primeros meses de la denominada crisis de rehenes con el país oriental y al agente de la CIA Tony Mendez se le encarga la misión de rescatar a seis trabajadores de la embajada aislados en el país durante el conflicto, para ello decide transformar el rodaje de una película falsa como tapadera para poder huir del país. Según esta premisa la cinta podría situarse dentro del género thriller de espionaje (tan de moda por los 70, que es por cierto la década donde se sitúa la trama) y si esto hubiera sido llevado a cabo con profundidad y sin temor la cinta podría haber sido todo un acierto, pero no, su problema reside en que quiere jugar a ser un thriller de espías  y se queda corta, corta no, muy corta. Las escenas de tensión son escasas y poco efectivas además de tener una estructura un tanto descompuesta, demasiado planteamiento, poco nudo e insuficiente desenlace. 

Affleck, que me parece mejor director que actor, no ha sabido jugar bien sus cartas pese a priori tenerlo todo para hacer una obra interesante, tenia conflicto bélico (que tanto empalma a los yanquis)  tenía a la CIA y su juego de espionaje secreto, tenía una misión suicida con una tapadera aun mas suicida, tenía el marco perfecto para hacer honor al genero de espías tan aclamado en  la década de los 70/80 y sobre todo tenía una trama muy suculenta de la que sacar mucho partido, en cambio tenemos algo que se queda a medias tintas entre el thriller y el drama y a la que ninguna de las dos parece sacar partido.

Técnicamente la película no destaca, a mi parecer, en ningún apartado especifico pese a contar con Rodrigo Prieto, un gran director de fotografía técnico habitual de Iñarritu, aun así tampoco se le debe atribuir ningún demérito  es solvente y el tono me parece adecuado. No parece por tanto que sea un filme que añada o transgreda nada nuevo, es simplemente correcta. El elenco artístico es notable con actores de la talla de John Goodman, Alan Arkin o Bryan Cranston (si, el de Breaking Bad) sin contar con el propio Affleck que se reserva el papel del heroico protagonista muy a pesar de muchos.

Por lo tanto ¿que tenemos? tenemos una película correcta, muy por debajo de la media de lo que se supone que deberían ser unos premios de la talla de los Oscars, pero que pese a todo se deja ver. Si obviamos el hecho de contar con una trama potente pero muy mal aprovechada y una visión de un conflicto desde el lado yanqui (de acuerdo no es tan unilateral de lo que nos podríamos esperar viniendo de los americanos,incluso se permite alguna auto-crítica pero desde luego los iraníes no salen muy bien parados) nos quedará una película que aunque bastante "sosainas" podremos disfrutar sin ninguna problema.


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