CRÍTICA: "HANSEL Y GRETEL: CAZADORES DE BRUJAS" (2013, Tommy Wirkola)
Por Pablo Álvarez
En "Zombis nazis", el realizador Tommy Wirkola parecía
empeñado en demostrar a todo el mundo su afición por el cine terror y el gore.
Su argumento mezclaba elementos de "Posesión infernal" y "La
niebla" de Carpenter, vestía a uno de los personajes con una camiseta de
"Braindead" y repetía esquemas vistos en infinidad de películas
similares. Al final, la cinta acababa resultando un divertimento
autoreferencial, pero sin ninguna peculiaridad especial que la convirtiera en
un título memorable.
Ahora, con "Hansel y Gretel: cazadores de brujas", el director
infunde el mismo espíritu festivo que destilaba su anterior trabajo y ofrece un
recital de vísceras y sangre, pero sin conseguir algo más que un pasatiempo
intrascendente. Tomando como base el clásico cuento alemán, la película supone una continuación de este, en la que los
hermanos, ya en la edad adulta, se han convertido en cazadores de brujas. Dando
vida a los protagonistas encontramos a Jeremy Renner como Hansel y a Gemma
Arterton como Gretel. Me gustaría decir que existe cierta química entre ambos,
pero debido a que la mayor parte del tiempo no interactúan entre ellos, la
película nunca llega a explotar el potencial de crear una pareja de acción que
de verdad nos importe. Además, Renner se pasa todo el rato con cara de
aburrimiento y su personaje se limita únicamente a soltar frases ingeniosas,
que no siempre encuentran la complicidad del espectador.
Por otro lado, la interpretación de Arterton resulta algo más convincente,
aunque la simpleza del guión la impide hacer algo más allá de lo que se ve en
pantalla. En el papel de villana, encontramos a Famke Janssen, que la mayor
parte del tiempo se oculta tras un terrorífico maquillaje de bruja y que al
menos parece divertirse con la parte que le toca.En cuanto al argumento, resulta extremadamente falto de originalidad (¿Cuántas veces se habrá usado un eclipse como pretexto para desencadenar distintas maldiciones y profecías?). Wirkola desaprovecha la oportunidad que le brindaba el material de intentar crear un producto con una mínima personalidad y transita por caminos bastante trillados. Además, hay veces en las que los movimientos de cámara dificultan el seguimiento de la acción, algo que siempre juega en contra de las películas cuyo principal reclamo son las escenas de lucha, como es el caso.
Como puntos positivos, la película no muestra ninguna contención en cuanto a violencia se refiere, algo que siempre se agradece y además resulta indispensable, en las producciones que se precien de pertenecer al género gore. Además, tanto los maquillajes de las brujas, como la creación del Troll animatrónico Edward (interpretado por el último Jason Vorhees, Derek Mears) están realmente bien realizados. No obstante, estos detalles, hacen que lamentemos aún más el que no hayan sido destinados para una película con algo más de calidad.
En definitiva, “Hansel y Gretel: cazadores de brujas” termina resultando una película bastante anodina, que pese a algún instante aislado y a varios diseños de criaturas bastante molones, no justifica el precio de la entrada para que disfrutemos de ella en pantalla grande. Al igual que en el anterior trabajo del director, resultan mucho más evidentes las buenas intenciones que el talento que hay detrás de la cámara. Parece ser que el cine de Tommy Wirkola debiera estar destinado a permanecer en las polvorientas estanterías de algún video club de barrio. Si todavía quedara alguno, claro está.
Pues otro producto light y descafeinado, tan en boga últimamente... Y la de "Oz" del Raimi, me da la misma sensación que ésta.
ResponderEliminarLord Westenra.
No te equivocabas con la de "Oz" tampoco, ya que aunque resulta infinitamente mejor que esta, acaba resultando decepcionante.
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