Por Mario M. Caro
Estamos ante la nueva y esperada película del realizador italiano Giuseppe Tornatore, reconocido cineasta en cuyo palmares figuran obras tan emblemáticas como "Maléna" o "Cinema Paradiso", el oscarizado director recurre esta vez a un guión nacido del 'thriller' de factura 'Hitchckoniana' para desembocar en un pasional drama al mas puro estilo del director que, como no, logra dejar su huella pese a lo alejado de su propuesta inicial.
La propuesta de Tornatore se muestra una vez mas interesante, una trama bien construida asentada en el perfil de dos personajes clave en la historia, dos perfiles psicológicos extremos y muy bien cuidados en lo que supone todo un acierto en cuanto la construcción de personajes, de esas patologías tan complejas nace una historia de amor que pese a ser demasiado previsible no se deja contagiar de la lagrima fácil a la que te conduce el relato y dejando a un lado la intriga de su nudo narrativo principal, la historia se centra en las incapacidades que se enfrenta el ser humano cuando emocionalmente esta aislado y la barrera que supone la comprensión humana en todos sus limites, es ahí donde la cinta explora su vertiente mas interesante y que conjugada con el misterio que salpica el relato supone todo un interesante ejercicio de estilo narrativo.
Pese a ofrecerse como un relato oscuro con sabor agridulce, su director no ha querido arriesgar demasiado en la resolución de la trama, que con el paso del tiempo se vuelve cada vez mas evidente y reiterativa, a Tornatore le sobra demasiado metraje y pese a ser un relato complejo de mentiras engaños y traiciones parece que podría haberse contado en mucho menos tiempo, y al final tendremos la sensación de un ligero 'Deja Vu' propio de este género, que pretende dar una vuelta de tuerca con un giro argumental con 'sorpresa final', pero lamentablemente demasiado poco efectivo.
Tecnicamente Tornatore demuestra una vez su talento a la hora de recrear bellísimas imágenes, salpicadas de sensualidad y cierto austerismo que siempre al servicio de su historia encajan a la perfección, una fotografía sobria marcada por el tono del relato y una planificación medida y nada oxidada que en algunas secuencias deja entrever las influencias que el maestro Hitchcock ha supuesto para el director en este filme (por mencionar alguna la famosa "Vertigo", que ademas queda muy patente en la cinta). El italiano se ha rodeado de todo un equipo técnico marca de la casa, en los que destacan ilustres nombres como el director de fotografía Fabio Zamarion o Ennio Morricone quien logra una excelentísima banda sonora marcadamente reconocible.
Por supuesto en el plano artistico destacar a un Geoffrey Rush que convierte en oro todo lo que toca, una actuación digna de mención, de cara a un personaje psicológicamente difícil y todo ello sin excesos ni sobresaltos en la que una simple mueca marca la intencion expresiva del personaje.
también cabe destacar a su pareja protagonista Sylvia Hoeks en un papel no menos difícil y al veterano Donald Shutterland con un rol secundario pero muy importante.
Tornatore logra una obra justa y necesaria, un film que si bien no supondrá una obra maestra dentro de su filmografia si que logra asomar la cabeza, aunque sea 'de pasada', por el panteón de obras dignas de mención en este 2013.
3 PEPAÇAOS /5
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