Cuántas veces hemos comprobado como crítica y público se cebaban desmesuradamente contra una película determinada, para descubrir a posteriori, que gran parte de las quejas estaban infundadas. Y es que en la actualidad, hemos llegado a un punto en el que los términos medios han desaparecido y se recurre a los extremos para valorar cualquier tipo de obra. Dicho esto, hay que dejar claro que "47 Ronin" no es una obra maestra, pero tampoco es la abominación que muchos habían predicho y que se esfuerzan en seguir despreciando, antes de rectificar una actitud, de entrada prejuiciosa.
El problema de una producción de este tipo, es que se ve precedida de una fama que se basa principalmente en los chascarillos derivados de un rodaje plagado de problemas. Estos aspectos propician que se eclipsen los posibles valores cinematográficos que pudiera incluir, consiguiendo que buena parte del público, predispuesto a mantener una actitud implacable, permanezca ciega ante ellos. Salta a la vista viendo el film, que muchas cosas se han modificado o se han quedado en la sala de montaje, pero a la hora de hacer una valoración final, la balanza se inclina a favor de los aspectos positivos. De este modo, la película adapta la famosa leyenda, alejándola de la solemnidad de anteriores versiones, construyendo una entretenidísima cinta de aventuras y fantasía, no exenta de instantes reflexivos, provistos de un indudable lirismo. Habrá muchos que consideren que la inclusión de elementos fantásticos, dentro de un relato tan reconocido de la cultura japonesa, supone una herejía. No obstante, desde el principio se deja claro que esta es una interpretación, en la que el rigor histórico pasa a un segundo plano, con tal de lograr un mayor grado del espectacularidad, del mismo modo que lo hizo "300" en su día. Otro aspecto a comentar es lo engañoso de la promoción del film, en la que se ha vendido a Keanu Reeves como la estrella de la función, del mismo modo que se ha dado protagonismo a personajes cuya aparición en pantalla se limita a unos pocos segundos. Esto es comprensible, debido a que gran parte del público occidental será incapaz de reconocer a las estrellas orientales que aparecen en el film. No obstante, es de agradecer que se haya respetado la nacionalidad de los personajes, incluyendo en el reparto a dos de los mejores actores japoneses de la actualidad, colocando al gran Hiroyuki Sanada como el verdadero protagonista de la historia, junto al no menos grande Tadanobu Asano como el villano Kira. También destaca la presencia de Rinko Kikuchi como la bella y pérfida bruja, transmitiendo en cada una de sus escenas, que ha disfrutado interpretando al personaje. Reeves por su parte, se muestra tan hierático como de costumbre, pero en mi opinión este es un aspecto que favorece a la naturaleza introvertida de su personaje. En cuanto a la dirección de Carl Rinsch, nunca llegaremos a saber hasta que punto la intrusión del estudio condicionó su visión como cineasta. Valorando la película tal cual se ha estrenado, es reseñable el hecho de que a pesar de su condición de blockbuster, se ha puesto especial interés en los momentos íntimos de la historia, consiguiendo una buena construcción de personajes con pocos matices, lo cual favorece la intensidad de los instantes dramáticos. Del mismo modo es destacable el preciosismo visual de cada una de sus escenas, con composiciones de vivos colores en cada uno de los escenarios que aparecen en film, mostrando un gran trabajo de diseño de producción.
"47 Ronin" es en definitiva, uno de esos trabajos que, aún siendo conscientes de sus carencias, reúnen los suficientes elementos como para que su visionado, suponga un buen rato en el cine. De vez en cuando se agradecen proyectos de este tipo, que ofrecen un buen entretenimiento, imágenes sorprendentes y escenas capaces de emocionarnos. Y esto es algo que no puede decirse, de las mayoría de las superproducciones que se estrenan en la actualidad.
3 pepaçaos y medio
No hay comentarios:
Publicar un comentario