EXPEDIENTE WARREN ("The Conjuring" 2013, James Wan)
Por Pablo Álvarez
Película tras película, el realizador James Wan ha ido
demostrando que es una de las voces más
interesantes surgidas dentro del género de terror en los últimos años. Si con “Saw”
logró reformular el thriller con asesino en serie, aderezándolo con altas dosis
de Gore, con “Silencio” desde el mal” e “Insidious”, mostró un amplio
conocimiento de los códigos que deben funcionar, para crear una historia de
fantasmas terrorífica, a la vez que homenajeaba a dos de sus referentes, como
Bava o Argento.
En esta ocasión Wan toma como base del relato una historia
real, siguiendo los pasos de Ed y Lorraine Warren, dos de los investigadores de
lo paranormal más reputados de Estados Unidos desde la década de los cincuenta.
El director vuelve a mostrar su buen hacer tras las cámaras, sabiendo encontrar
un punto de equilibrio entre una realización actual con una constante cámara al
hombro, que dota al metraje de un realismo cercano al documental y un aire que
evoca al cine de los setenta, gracias a la excelente ambientación, la
fotografía de tonos apagados, el acertado vestuario y el uso de recursos tan
propios de la época como el zoom. El manejo de la puesta en escena es otro de
los puntos fuertes del realizador, jugando con la composición del plano y el
ángulo de cámara, para conseguir una atmósfera inquietante.
Pasando a hablar de las actuaciones, hay que destacar el
hecho de que Wan haya querido profundizar tanto en los personajes, como en los
elementos sobrenaturales, consiguiendo que estos queden perfectamente definidos
y resulten interesantes. Esto se beneficia de las interpretaciones de tres
excelentes actores como son Patrick Wilson, Vera Farmiga y Lili Taylor,
recayendo principalmente el peso de la trama sobre estas dos últimas, al contar
una historia que trata especialmente sobre el temor de unas madres, que no saben
si serán capaces de preservar a sus hijos del mal que les acecha. El trabajo
del elenco actoral, constituye un elemento indispensable a la hora de dotar de
verosimilitud a un relato de estas características y en esta ocasión alcanza un
nivel notable.
No obstante y a pesar de contar con una serie de elementos
de indudable calidad, hay determinados factores que impiden que la película se
sitúe entre los grandes títulos del género. En primer lugar, nos encontramos
una vez más con el uso reiterado de sonidos estridentes para causar el susto en
el espectador. Esto funciona en
detrimento de la estupenda atmósfera creada por Wan, empañando en cierto modo
la efectividad de ciertas escenas. Otro problema, es la sensación de déjà vu que
transmiten algunos momentos, perdiendo de algún modo el factor sorpresa, al
intuir como van a resolverse las situaciones. Exceptuando el brillante recurso
de la caja de música o el instante de la sábana al viento, son pocos los
momentos que resultan verdaderamente originales en el film. Como resultado
muchos de los instantes que en principio tendrían que resultar terroríficos
pierden su efectividad, lo cual llega a resultar frustrante. Por otro lado su
ritmo se antoja algo irregular, con algunos instantes de los que se podría
haber prescindido perfectamente, en favor de una narración algo más amena.
“Expediente Warren” se presenta como una efectiva película
de terror, con un trabajo actoral de una calidad bastante inusual en el género,
que lamentablemente podría haber constituido un mejor trabajo, de haber explotado
mejor ciertos elementos presentes en su metraje. Wan sigue demostrando que es
un excelente director y muestra un gran entendimiento del género, pero en esta
ocasión presenta un trabajo algo más convencional que los del resto de su
filmografía. Sin ser en absoluto una mala película, si supone una pequeña
decepción, teniendo en cuenta las expectativas que se tenían puestas en ella.
2 pepaçaos y medio